“Andrés Sabella, Siempre Norte”, Sonia Buljan
1912 Hijo único de doña Carmela Gálvez, dama copiapina, fallecida en 1919 y de don Andrés Sabella Signora, joyero palestino nacido en Jerusalén.


“Madre
El amor que vivió en tus entrañas
es mío.
Mío como mis lágrimas.
No existes hace tiempo, pero tus pupilas
están cautivas en mi alma.
Y tu alma en mí vida.
Soy la sangre tuya hecha hombre.
Soy tu hijo,
el niño que lloró de noche
por el árbol que canta,
el pájaro que habla,
y el agua dorada”.

Poesía al Padre
“Padre, eres bueno como el pan de cada día
Y eres justo.
En tu alma sencilla
Dios puso su alma.
El sabor de la hiel
lo apartaste de mi vida.
Y un collar de lágrimas
prendiste a mi garganta.”
De Rumbo indeciso
1918 Inicia sus estudios en el Colegio San Luis, donde escribe versos, participa en recitales, dirige revistas y funda un grupo de teatro. En 1929, publica CARCAJ, antología de poesía de poetas vivos de la ciudad.






“Abro el cuaderno de un niño
y encuentro al otoño
casi deshecho en los cuernos de la ñ.
Le ofrezco mi mano para ayudarlo.
Entonces, el otoño salta, libremente,
hasta el patio de la Escuela,
levanta su reino y lo pasea,
disfrazándose de uva.”
1932 Viaja a Santiago, a estudiar Derecho en la Universidad de Chile, para complacer a su padre, pues el sólo quiere entregarse a la poesía.

“Fui a Santiago a hacerme escritor, no a hacerme profesional de ninguna carrera. Esto explica por que me demoré, prácticamente, 11 años en terminar mis estudios. Iniciados en el 32, de ahí hacia delante, los dejaba, daba exámenes de vez en cuando, o, sencillamente me olvidaba de darlos. Así, cuando los terminé, era una especie de “campeón de resistencia universitaria”, convencido que nunca abriría mis códigos en un bufete profesional”.
1944 Publica su novela Norte Grande, que ostenta el mérito de ser novela bautizadora, porque, a partir de su aparición esta región comienza recién a nombrarse de este modo: Norte Grande. Andrés Sabella es, pues, el padre de la región que ama sin condiciones, y de la que se confiesa uno de sus hijos más conmovidos y modestos.

“En Norte Grande he querido resolver una forma nueva de novela, violando todos los límites y entroncándola al poema, al ensayo, a la historia y al símbolo, sin otra unidad que la cronología. Mi propósito fue contar todo el Norte de Chile, toda la historia bravía que había entonces, desde 1866, época de la fundación de Antofagasta, hasta 1936, la época de los grandes combates obreros en la calle”.

1953 Junto al médico y poeta Antonio Rendic, es nominado Primer Caballero del Ancla, máxima distinción otorgada por la Ilustre Municipalidad de Antofagasta.

“Antofagasta principia en una huella,
donde el sol fue una vívida simiente:
Antofagasta guarda entre su frente
levadura de océano y de estrella.
Lar de sangre y sudores en querella
De la ambición del hombre es confidente:
Todo aquí tiene pulso de torrente,
¡Su historia, como un cántico destella!”
Oh, ciudad del reloj de los ingleses,
del ancla augusta y la Portada recia,
rotunda de metales y peces!
Eres un nido lleno de futuro:
Te ama el viento, la vastedad te aprecia,
porque en ti lo esencial está maduro
1955 En mayo, publica el primer número de la Revista Literaria HACIA, “para ser herramienta en la construcción de una tierra donde el hombre posea las ventajas superiores del ser”. HACIA logra celebrar 106 números de materiales selectos de la literatura universal, enteramente financiados y producidos por el poeta y regalados a sus amigos


Hermandad de la costa
1956 Ingresa a la Hermandad de la Costa, “una organización simbólica de navegantes de tierra firme, caballeros templarios del buen corazón, venidos al mundo como herederos de aquellos otros que se jugaron la vida en la aventura clandestina del mar.”


“Recuerdo el duro sol de las Antillas.
El mar del brazo de los bucaneros,
el canto de mis viejos compañeros.
La aventura es mujer de marineros:
Tiene el cuerpo verdoso de las quillas…”
Isla de la Tortuga 1620
Amigos
1969 Pablo Neruda, su amigo, escribe “Andrés Sabella nortiniza como yo ensurezco…”







1977 La Universidad del Norte, en la que labora desde 1959, le otorga el grado de Doctor Honoris Causa, por sus méritos intelectuales y por su obra al servicio del Norte de Chile.



“Habrá otras tardes, otras estrellas puntuarán este firmamento. Pero, para mí, ésta será “la tarde”, porque la estrella de la Universidad condecoró mi pluma de escritor chileno, de escritor que, en la Universidad del Norte, cumple faenas, soñando con una patria plena, abrazadas todas las patrias al corazón del amor creador”.
1978 Es incorporado como Miembro de la Academia Chilena de la Lengua, por su incansable trabajo en torno a la palabra.


“¿Quién de nosotros no sueña con una patria de alegría, de abundancia, de salud, de cultura y de paz? Por la certeza que me asiste: todos la soñamos. Recibí el grado de la Academia Chilena de la Lengua, imaginándolo un útil de trabajo. Me han donado un útil de trabajo, para colocarlo en provecho de todos. Mi tarea es cosa de la palabra. En la palabra deberé desvelarme, para que siempre resplandezca y enaltezca al hombre”.
Andrés Sabella, hombre bueno, fraternal y bohemio, cultivó la poesía, la novela, el ensayo. Ejerció el periodismo y la docencia.

Su temática se enriquece también con el mundo de los niños. Sus versos infantiles están llenos de piruetas, de detalles graciosos, de delicadeza, de un ritmo ágil y de una tenuidad que asombra.


“El organillo del mar,
alegremente resuena.
Ebria de sol, la ballena
empieza, rauda a girar.
Y en este juego derrama
un tan ardiente vaivén,
que el faro baila, también
y el ancla, como una dama.
Solo entonces, tira ufana
su bengala de agua pura:
Prodigio de arquitectura,
columna de la mañana”.
Balleto azul marino
LINTERNA DE PAPEL
Con su Linterna de Papel, publicada diariamente por más de 20 años en El Mercurio de Antofagasta, encendió almas, puso flores al desierto y alas a sus sueños.






En Andrés Sabella, su ideología política y su sentido religioso se orientan en la misma dirección de la preocupación social, la lucha por los derechos humanos y el claro imperativo de justicia, libertad y fraternidad.


“El Cristo de los mendrugos
tiene el cuerpo de pan duro.
Cristo vestido de fuego,
con nimbo de frutos secos.
El Cristo de los mendrugos
llora en los platos desnudos.
Cristo en los filos del verbo,
cuyo Gólgota es el viento.
El Cristo de los mendrugos
Construye con su madero
la mesa de los hambrientos.”
El Cristo de los Mendrugos
FAMILIA
Casado con Elba Emilia González, el gran amor de su vida, y padre de María Eugenia Sabella.



Toco tu cabellera de relámpago joven,
Tu cabellera como el valle de los pájaros,
Tu cabellera de hola desgarrada,
Tu cabellera entreabierta por el tiempo,
En cuya luz deliran el cuerpo y el carbón,
Tu poderosa cabellera de ágatas solitarias,
Tu cabellera olorosa a crepúsculo en el bosque,
Tu cabellera, laberinto del viento.
Tambourah
1989 El sábado 26 de agosto, fallece de un ataque al corazón en Iquique, ciudad a la que es invitado para rendir un homenaje a Gabriela Mistral y presentar el libro de su amigo Sergio Arrau. En el bolsillo de su traje llevaba un saquito de salitre para el bautizo del libro, como era su tradición.

“… Entonces, el viento cambiará de cielo a las gaviotas
y los navíos se llenarán de alas.
Mi calle se enrollará súbitamente,
desapareciendo de la historia,
Mis ropas pasearán por los jardines
y las banderas y las frutas se abrazarán.
Entonces mi vieja máquina de escribir levantará
un rayo en cada una de las teclas.
Los niños descubrirán que mi sombra
era la sombra de mi primer juguete.”
Predicciones para el día de mi muerte
RECONOCIMIENTO PUBLICO
Ancla de Oro
Avenida Andrés Sabella
Liceo Andrés Sabella
Casa de la Cultura Andrés Sabella
Aeropuerto Andrés Sabella
Biblioteca Liceo Industrial de Antofagasta
Premio Regional de Literatura 1975
Memorial Andrés Sabella, Corporación GEN-Colegio de Periodistas
Doctor Honoris Causa, Universidad Católica del Norte 1977